Una sustancia inerte se
apodera de los ambientes
fuera de mi mente.
Todo aire corre con deseos
de ojos cerrados y sueños
mutilados.
No quiero respirar.
La oscuridad brilla por las
sombras danzantes.
Estos aires contenidos tienen
intenciones de salir.
La presión no me deja sentir.
Abrí mis labios al compás
del viento; Aquella cosa
amorfa colmó mis órganos,
ha cobrado vida y no hay como
distinguirla.
Sus efectos provocan todos mis
defectos, la simbiosis consuma
la vida del no vivo.
Este contrato forzado
por un soplido cierra mis oídos.
Los sonidos no son más que burdos
ladridos.
He caído a las ráfagas y, como una hoja,
me muevo con sus suspiros; Lentamente
me desvanezco.
Mi pulso se enlentece
a medida que me acerco
al suelo.
Este objeto convertido en ser tiene
tantos poderes que me pueden absorber...
He tocado tierra; Mientras desaparezco
pensé en aquel reflejo que me dijo que
ser perfecto es su mayor defecto.
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