jueves, 30 de septiembre de 2010

DE AGUAS Y AGUJAS

Suaves torrentes de tristeza
golpean mi cabeza.
Las aguas que están afuera tienen
potencias que las vuelven fieras y mis
ojos tienden a cerrarse cuando mi mente
intenta adentrarse.
No quiero llorarte.

La corriente se desvía de su norte y
aquellas partículas atacan siniestramente
al bombeante.
Quiere matarte.

El hielo tiñe mi sangre punzantemente y
mis movimientos son cada vez más fríos.
Estoy dominado por instintos sombríos.

La felicidad quedó híbridamente
aferrada a aquella sensación de amargura,
despedaza toda mi ternura.

Todas estas agujas que atraviezan mi estómago
quieren torturarme cada vez que lo hago;
Ya no hay alas para volar, ni cantos
para escuchar.
Es tiempo de olvidar.

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