En la oficina del abuelo decía:
Dios concédeme:
SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
VALOR para cambiar aquellas cosas que puedo.
SABIDURÍA para reconocer la diferencia.
Y PACIENCIA para llegar a la meta.
sábado, 11 de septiembre de 2010
PUREZA
Probé las más dulces mariposas que el viento me entregó. Me ahogué un millón de veces y el viento me congeló.
En la soledad de la inseguridad recogí el polvo de mi corazón, quedó limpio.
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