jueves, 30 de septiembre de 2010

DE AGUAS Y AGUJAS

Suaves torrentes de tristeza
golpean mi cabeza.
Las aguas que están afuera tienen
potencias que las vuelven fieras y mis
ojos tienden a cerrarse cuando mi mente
intenta adentrarse.
No quiero llorarte.

La corriente se desvía de su norte y
aquellas partículas atacan siniestramente
al bombeante.
Quiere matarte.

El hielo tiñe mi sangre punzantemente y
mis movimientos son cada vez más fríos.
Estoy dominado por instintos sombríos.

La felicidad quedó híbridamente
aferrada a aquella sensación de amargura,
despedaza toda mi ternura.

Todas estas agujas que atraviezan mi estómago
quieren torturarme cada vez que lo hago;
Ya no hay alas para volar, ni cantos
para escuchar.
Es tiempo de olvidar.

domingo, 26 de septiembre de 2010

DURMIENDO

Tus ojos cerraste;
Al minuto de elevarse,
la huella de tu andar dejaste.

Alrededor de tí veo
personas contemplar ese
dulce cantar que con tus
sueños haz de bordar.

Tu alma viaja por senderos
difíciles de realizar, no haces
más que crear.

En el mundo se vio esos intentos
fallidos de desconectar toda verdad,
sin embargo, no contemplaron con
claridad.

Observar aquel suspiro
que deja tu soñar...
aspiro a más.
La pureza soltó su encanto,
volviste a la vida en llantos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

CONSAGRANDO LA REALIDAD DE NO QUERER SOÑAR

He cerrado mis ojos
una vez más y temo
soñar.
Tengo una realidad que
no puedo enfrentar.

El miedo recorre toda mi
mente y es imposible
que estés ausente.
Una extraña sensación escapa
de mi cabeza y todas esas ganas
se despedazan.

El sol pinta el cielo con
colores espaciales y los
jardines me abren todos
sus jazmines.
La gente camina por la
vereda de alfrente y todas sus
caras olvidan que no estoy
presente.

Las luces todavía no se encendían;
aquella esfera gigante me entregó
sus destellos como un enjambre.
Esos luminosos tienen nombre.

La luna se aproxima y en mí
se queda toda la adrenalina de
aquel sueño que se avecina.

Mis momentos de despierto
están llegando a su fin, y
estos minutos restantes me hacen
pensarte justo un segundo antes.

En mí entraste y ya
no hay manera de sacarte,
es hora de soñarte.

Las realidades del presente y
del ayer intercambian roles
creando un futuro fuera de todos
los lugares.

Mis ojos se abrieron con el
sonido de la mañana,
todo lo que tuve se esfumó
con el canto que hizo el presente.

Quererte.
Cantarte.
Mirarte.
Olvidarte.
Odio soñarte y no poder
siquiera abrazarte.

sábado, 11 de septiembre de 2010

PUREZA

Probé las más dulces mariposas
que el viento me entregó.
Me ahogué un millón de
veces y el viento me congeló.

En la soledad de la inseguridad
recogí el polvo de mi corazón,
quedó limpio.

viernes, 10 de septiembre de 2010

TÍTERE

Corté mis cuerdas por un segundo
y pude sentir lo que era
no fingir.
Una gota recorre mi sien;
quiero que despierten.

Este andar se vuelve tan triste
como caminar y ese ser que mis
hilos maneja, no me deja pensar.

Muévete al frente.
Muévete al costado,
tengo todos tus sentimientos
apresados.

Tu voz resuena en las
paredes de mi mente y
tus lazos se vuelven más fuertes,
¿Por qué no dejas que navegue libremente?

Yo soy tu herida,
yo soy tu sangre,
yo hago que bebas
vinagre hasta secarte.

Todo lo que entra por mis ojos
es una manipulación que hacen
tus enojos.
Encontré el cajón que hará
que sientas desazón.
Tus cuerdas ya no enredan mi
cabeza.

Con gusto tiré tus restos;
Ahora erraré por mi cuenta.

Un grito de pavor se escuchó
cerca de mi espacio.
Mis ojos vieron tus penas,
al fin he roto tus cadenas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

PRISMAS DE UN RINCÓN

El sol brilla sobre
el mar, pero mis
sentidos vuelven a
desarmar toda intención
de poder cantar.

Convertí el día en
noche y observé con
calma aquellos vestigios
que la luz me dejó.

Un vaso de agua me
acompaña, una gota
separa todo lo vivido
de la mañana.

En el momento en que la
luz atravesó la húmeda;
un prisma tomó su lugar
y separó la vida en aquellos
colores que intentan amarrarme
a una camilla.

Estoy inmateriado.
Estoy inanimado.
Estoy...no estoy.

Las montañas aparecen al frente
y la gente se encarga de copar
mi mente.
Gracias a su presencia,
yo fortalezco mi ausencia.

Sus colores cruzan todos los
olores y este andar comienza
a tener una razón para estar.
El prisma guarda la fórmula escondida
y esos tintes que han sido refractados,
poderosamente manipulan mi estado.

Por el espejo de una noche yo sigo
caminando,
sigo errando.
Las luces son un reflejo no
proyectado de un lugar que cree
estar terminado.

Por fin salió la luna,
no tengo prisa alguna.
Dejé aquella ilusión colgando
de un balcón.
Un chispazo de razón invadió el
cajón y todo ese resplandor purificó
el rincón.