domingo, 17 de marzo de 2013

EL ÚLTIMO VUELO DEL ANZUELO

La lluvia cae sobre una capa del río.
El sonido grillesco se precipita sobre la zona y
se ve a un pescador lanzando desde un muelle con
la esperanza como principal anzuelo.

Los años se dejan ver sobre el golpeado cromado
del señuelo, víctima de muchos peces ingenuos, es que
su vida será nuevamente lanzada a la deriva.
Un último vuelo para entrar en consuelo.

El lienzo habla con su amigo en un pasaje en que el aire
se torna la mesa de un bar con pocos deseos de ser el epicentro
de una despedida.

Las gotas de agua pasan una a una dejando sus buenos deseos
ante la inminente caída.
La paz de los vientos roza al señuelo calmándole antes del final.
Solamente queda esperar.
La última sumergida,
la última picada,
un viaje termina.

Es hora de decir adiós,
el lienzo suelta su mano y, capa por capa, el cromado cae.
La corriente lo transporta a la pasividad,
Donde el óxido comerá su gastado cuerpo hasta hacerlo parte del río.

Las rocas andan,
los peces nadan,
el sol ya no calienta la cubierta.
Sometido a los brazos del río, naranjo, rojo, cada vez más sombrío.

Del fuego ha nacido,
en el agua se ha sumergido,
espera el anzuelo a ser consumido.

No hay comentarios: