viernes, 26 de junio de 2015

VIEJA NOSTALGIA

El tiempo pasó y de mi cuerpo mi alma se olvidó.
Que el pelo ya creció.
Que la barba cuelga como jardín de Babilonia y,
mi rostro, seco y agrietado cual desierto de Atacama.
Mis ojos, a los que tanto amaba, ya no ven su reflejo en el agua.

Una estrella fugaz se asoma por la ventana.
El viejo se vio en el hogar que lo había desvelado.
Un haz de luz cruzaba la puerta, de dorado y perlas azules estaba conformada.
El anciano no tiene respuesta, simplemente la contempla.

Como si no escuchara.
Como si no la viera.
Como si no estuviera.

Sonrisa vaga que me traspasa,
no es a mi quien ve en casa.
Como ayer, pedazo a pedazo, cae la esperanza.

La estrella deja la ventana,
en el desierto llueve por la mañana.
Ella no existió.
La luz ya pasó.
Para bien y para mal, se terminó.

miércoles, 3 de junio de 2015

ARRITMIAS MUTANTES ESCINDIDAS

Lo que antaño fue arritmia, hoy ya es constante.
Es que en el tiempo cualquier sentimiento es mutante.

Aparentas rudeza,
mas eres solo un bombón con la carcaza muy gruesa.

No es escindir.
¿Cómo te van a dividir?
Basta con verte reír para convencerse de tu existir.
Porque escuchas.
Porque sientes.
Porque no puede haber un ser tan resplandeciente.
Aunque con tus amigas no te lleves, todos te quieren tal como eres.

Es posible que te olvides,
Es posible que calles tus enojos, pero de vez en cuando es bueno liberar tus demonios.
Ya arriesgas tu piel, mas cuando eres fiel, todo sale sabor miel.

No tienes dueño,
Pero tienes alguien que te roba el sueño.

Te imaginé bailando una canción que no estaba escuchando.
Te encontré en una plaza en la que no estaba paseando.
Te vi y ya estaba despertando.

martes, 2 de junio de 2015

CUARTO DE SIESTA

Golpeó la puerta del baño sabiendo que el eco sería su única respuesta.

Después de una larga siesta
suena nada más que la ropa
cayendo en la cesta.

¿A dónde fue a parar el fervor que defendías con tanta pasión?
¿Se quedó contigo en prisión?

Al otro lado de la ventana una flor crecía mirando al sol; Una visión que se desvaneció cuando el atardecer se anunció.

La sonrisa de tu rostro se ve solo en un inventado reflejo.
Te golpeas una y otra vez contra la muralla.
Tu voluntad ha ido más allá de la derrota, ahora brinda su propia batalla y tu mente ya casi estalla.

Ese avasallante sentido que hace que lo utópico se vuelva el alimento que te impidió haber desistido.

La lámpara es la única luz de esperanza en el cuarto, pero te aferraste a ella como si fuera el sol.

Es hora de la siesta y antes de recostarte golpeaste la puerta del baño sabiendo que el eco sería tu única respuesta.
Un eco que fue diferente.
Un eco...no tan ausente.