El día que no va a ser pasa una y otra vez.
El reloj avanza y las imágenes no pasan.
No está ese temblor que memorias destruyó y
presentes construyó.
La cabeza se congeló en aquel columpio, como una foto.
El destello de luz de esos ojos azules fue el flash que nubló el presente.
No te sorprendas de verme en la galaxia, pues estoy orbitando en un planeta lejano,
un planeta pasado donde una vez hubo vida y hoy no hay más que recuerdos.
Hoy el polvo de estrella que brillaba en un sol distante, tuvo la idea de homenajearte.
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