Días nublados se asestan en la ciudad.
Una lágrima dentro de mi cabeza hace recordar
tu ausencia.
Los ojos cerrados,
por años me sentí tu niño adorado.
¿Quién me defenderá sin razón?
¿Quién más tendrá siempre ganas de abrazarme?
¿Quién me amará tal como soy?
Un báculo sin su vejez.
El cielo comienza a abrirse y es momento de despedirse,
un minuto más para poder llevarte.
Junto a mi ya no estás,
elevaste una solicitud para subir,
para compartir un lugar junto a quien tristemente viste partir,
sin él, era difícil combatir.
Ahora dentro de mi...
Nunca morirás,
toda mi vida me acompañarás.
No me abrazarás, me empujarás.
No me defenderás, estarás ahí cuando caiga.
No me harás llorar, me secarás cada gota de tu recuerdo.
El viento susurra tu nombre,
Cada flor huele a ti,
Como si fueras tu...mi Toti.
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