lunes, 21 de noviembre de 2011

FIRMAMENTO

Esto no es lo que quería.
Esto no es lo que esperaba ver.
No quiero afrontar el fuego que me quiere
congelar.

¿Cómo me convertí?

La brisa arrastra la hojas que empapadas en recuerdo
en el aire flotan.
Se dispersan, se pierden en remolinos provocados al
pedir auxilio.
Los suspiros reemplazan a un largo respiro.
Un par de gotas de soledad se asoman por unos ojos
cansados de tanto esperar.

¿En qué minuto fue que te vi?

El alma se evaporó.
Respiro sólo para sentirte.
No puede ser que me dejes aquí tan triste.

El aire se vuelve turbio, y todo el color que tenía el mundo,
se desvanece al ver que no queda ningún rastro tuyo.

Esto no es lo que quiero.
Esto no es lo que siento.
Hay dudas de todo este congelamiento.

Un paso al frente, otro paso al costado,
la casa de espejos me ha encontrado.
Uno a uno, los reflejos de años pasados
reconocen al gemelo que los ha traicionado.
Así es como viví, entre imágenes de un pasado
que creí haber dejado.
He sido engañado.

Debe haber alguien más;
Todo esto es un pasar en donde ellos mismos me contestan
las cosas que quiero pensar.
El eco de mi voz es lo único que escucho.

¿Cómo me convertí?
¿En qué minuto fue que los vi?

Una ausencia se hace presente dentro de los enredados laberintos
de mi mente.
No sabes como duele.
Es el agua que purifica mi cabeza, se lleva todo espejo y de nuevo se ha
abierto el firmamento.

Todo parece estar tan lejos;
Solo debo estar;
Sólo debo remar;
Sólo me tengo que volver a encontrar.

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