Cuando sales al tiempo,
no hay nada más bello que esos
hilos que se agitan al viento.
Ésto no es un sueño;
son millones de lisos que
no están dispuestos al exilio.
Cual dama de hierro
llevas brillantes reflejos
que en un espejo admiran
un sentimiento perplejo.
Por los prados llevas
encandilantes destellos.
Aquellos hilos que llamas cabellos,
mundo gris sin aquellos.
Un vacío se teje sin el largo que desprenden
tus reflejos.
No es lo mismo.
No eres la misma.
No hay tú sin ellas;
Infinita como las estrellas.
De rodillas te pido,
antes que me consuma el olvido.
No hay amor sin desazón.
Es así como no existe razón para que
tu, mujer, cortes los cabellos que me atan
a tu corazón.
1 comentario:
Arturo!! que bonitas palabras para el amor! Muy romántico, te felicito por tu excelencia.
Paula
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