Si ahora tuviese que soñar,
no importa el lugar en donde
pueda estar.
Basta con una imagen mental
para hacer venir este caudal lleno
de sensaciones que ni tu te podrías
imaginar.
Traeré ahora a aquellos que cayeron y
haré que vuelen por el estero como nunca
antes los vieron.
Las imágenes se tornan borrosas; y esas rosas
que aparecieron en el campo dejaron una huella
que difícilmente se convertirá en estrella.
La puerta de la casa se abre
y todas las criaturas mostraron su hambre.
La voz de la doncella se sumerge en una
absorbente melodía que hace que todas esas
pesadillas se vuelvan papilla.
Y continúa hablando, recitando, cantando.
De pronto, la vida fue más dulce.
De pronto, no soy yo y no estoy en mí.
En alguno de mis recesos ví el mundo
fuera de todos sus excesos y todavía no
logro encajar en este lugar tan particular.
Todo esto que estoy haciendo soñó con
convertirse en una obra de arte.
Dejé todas mis cosas aparte, odio olvidarte;
pero son las consecuencias que tiene soñarte
demasiado y no pienso en parar simplemente
porque tienes ganas de esfumarte de este lugar
que me pertenece.
La vida se fusionó con las incoherencias y es
increíble que para algunos, no hay diferencia.
La velocidad de las imágenes aumenta y mi
pobre cabeza se siente lenta.
De algún modo logro seguir conectando tanto
delirio con tantas hambres de martirio.
¿Cómo es que suena ahora?
La doncella decidió convertirse en estrella y
para mi tristeza nunca más escuché su interesante
sonajera.
Ah, ya me estoy agotando y los tumbos que hay en
mi cabeza no dan tregua en este intento de boicotear
este exquisito estado mental.
No sé como terminar este largo andar,
sencillamente voy a parar, tengo un bus que tomar
y de no llegar, alguien de aquí me va a matar.
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