Carta a la desesperación:
Ojos turnios, vista perdida.
Mis venas bombean odio, ira
y creo que este sentimiento me va a hacer
estallar. De la vida me voy a olvidar.
Maldito sea el tiempo.
En mi prisión estoy, esperando el fin
para poder sentirme libre.
Las lágrimas pudren mi alma.
Ceño fruncido, negras vestiduras.
No puedo entender este infierno que estoy
sintiendo.
No tengo aliento para terminar esta carrera por
llegar al infinito, simplemente no tengo nada más
que dar.
Todo he perdido, todo se va oscureciendo.
Aposté todo, no gané nada.
Ya estoy vacío, así es como a la agonía estoy
llegando.
Estoy ciego, no veo más camino, aquí se acaba.
Entonces canté un himno de angustia, de ayuda.
Clamé por una luz en el horizonte, nada.
Estoy ardiendo en esta vida.
No quiero más, estoy hastiado,
me quiero ir.
Adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario