mas sólo fue un saludo,
casi muere del susto.
El día recién comienza
y el hielo ya forma un velo
que contagia hasta la punta
del cabello.
La luz escurre por las montañas,
espera a quien la acompaña a un
lugar que le produce migraña.
Es temprano en la mañana.
Tiene pruebas orales,
encarga un par de pañales para
no ensuciar los vitrales.
El tiempo pasa y el calor
destrona el frío de una boca
tiritona.
El filósofo es un duro escollo,
espera a ver desarrollo.
Rézale a la virgen de Andacollo
para que mis cuadernos te ayuden
a sortear tanto embrollo.
Sus cabellos eran largos,
llevaban a un lugar que no me atrevo
a mencionar.
Pasó un año y ésta vez esperas con el
pelo cerca de las caderas.
Un detalle y mi saludo no prospera, pues
no veo evidencia;
El silencio crea paciencia.