CAPITÁN

El mar te vió partir y
dando un profundo respiro
ahogó toda sensación de vivir.

Un capitán dejó un mar que
tendrá que buscar nuevamente
alguien en quien confiar.

Empapado en profundidad.
Empapado en valentía.
Empapado de muchas vidas.

La hora de zarpar ha llegado,
su tiempo ha pasado y una ola
de recuerdos recorre todo lugar en que
ha estado.

Ningún rincón queda helado y ese viejo
barco que has dejado tiene un mástil que
con nostalgia he abrazado.
Por un segundo te imaginé a mi lado.

Ahora eres azul profundo;
Ahora te agitas furibundo.
En el mar encontré tu mundo.

De la espuma blanca que florece cuando tus
brazos se agitan, emerge la imagen de un capitán
que en el mar por siempre vivirá.

¿...?

Estar vivo me hace
pedir auxilio.
Estar muerto me deja
tranquilo.

Hay algo que creo no
haber entendido y las reglas
de este juego, a ratos maldito, no deja
rastros para ser comprendido.

Ésto es abrir los ojos;
jamás pensé ser tan flojo.
Tengo sueños cojos.

Quiero vivir sin pedir,
morir sin exigir y la tranquilidad de
un algo que no sabe qué más escribir.

PILAR

El mundo cambió de anteojos
en un día sol de luna.
Entre dulces palabras te escuchaba.
Con sollozos...soñaba.

Una ciega ignorancia invoca una
tormenta que tuvo que empezar, mas
no sabe dónde acabar.
La vida te sonríe al tiempo que en las olas
intentas flotar.

El horizonte sabe que miras sin parar
y se siente pasado a llevar por mirar más allá
del mar.

Antes de dormir escuchaste una voz hablar,
una voz que intenta ayudar;
Un susurro de esperanza antes de descansar.
La voz que te durmió temió hablar, sin embargo,
soltó sus letras e hizo un sueño tranquilo para tí.

No hay fórmulas para matarle ni remedios
para curarle.
Mi voz, simplemente, eleva un canto que teme
no ser escuchado.

Es cuando se va.
Es cuando se habla.
Es cuando se siente.

El mundo teje signos de interrogación sin
saber qué decir ni cómo responder;
A veces, hay que obedecer.
A veces, se hace difícil pertenecer.
Si llego a caer
¿Te esconderás sin ver?

Todo se disipa,
el cielo se aclara y
mi vista se oscurece.
Veo estrellas estremecerse.

Ansío mirarte.
Ansío hablarte; y no sé
cuántas semillas más tendrán
que crecer para hacerte ver que
era yo quien nunca te dejó caer.

BANDERA

Las levaduras que forma el papel
al respirar el aire que florece
alrededor de las aguas, que en
duras ascuas, evaporaba todas las ganas
que flameaban a la luz de las sombras.

El viento sopla, mi bandera se acopla y
los colores que corren por la tela son el
espejo de un reflejo azulado por las lágrimas
que han pasado;
Todo se tiñe color sangre, ya no tengo hambre.

El género guardó un vacío para la esperanza
no teñida y aquella estrella que ilumina toda la vida
aguarda pacientemente por un espacio que la haga
sentir las cosas más despacio.

MAR

Las aguas se mueven con ritmos de vientos;
Todo el esparcimiento se vuelve violento y la
espuma es fruto de la furia de unas olas color
sangriento.

Un levantamiento producido por una inquietud
que tuvo la luna.
Intermitente como su luz se acerca y se aleja creando
los vestigios que deja la marea.

Cuando llega el momento, aquellos movimientos se vuelven
lentos y el azul que tiñe al océano purifica todos los bordes
costeros. Nunca el cielo se vio tan eterno.

Más allá del horizonte se remonta y sus
efectos han hecho que todo ese silencio inunde los pensamientos
de la gente que siente que al verlo, su vida se empapará de aquel
pasado que alguna vez bañó sus sentimientos.