viernes, 26 de marzo de 2010

SATISFECHAMENTE VACÍO

Alguna vez sentí,
lo sé porque ayer lo
fingí.
Entonces jugué a ser nadie
y no vas a creer...
Me podría quedar el resto de mis
días aquí, en la nada y por más que trato
de quedar, más me cuesta olvidar.

El reloj suena en la pared y siento como
ese tic-tac se lleva todo lo que hice.
No sé qué voy a hacer con esto,
porque el reloj corre y corre
y tú, simplemente no te vas.

Eres algo vacío para mi.
No eres, no estás y, así como así,
te las ingenias para estar.
Una idea inevitable, clásicamente
me has convertido en un masoquista
y dolorosamente pienso en ti.
Me rio de mis llantos y
esta parálisis me sienta bien.

Estoy incómodamente cómodo
y no sé cómo salir de aquí.
Hay una música en el ambiente
que retumba en mi mente.
Me duermo con mil dudas y el
camino sigue y sigue.

He sacrificado lo que creí correcto
por un sueño que se esfumó con el
primer soplo de la mañana.
La sombra baila en el piso y siento
a mi corazón latir.

He ido muy lejos de mi,
tan lejos que no me puedo encontrar
y la única solución viable es poder
mirarte...sólo un minuto más.

Tengo el alma cargada de fuego y esa
potente chispa tiene que aguardar el
momento preciso para mirar; y así
desatar con furia toda la pasión que por años
guardó.

Estoy en camino y me es difícil entender la situación
que por años me penó. Me he quedado sin habla.
Ahora que no estás aquí, me he dado cuenta que estoy
muriendo y que tus ojos significan el mundo
para mi.

DIBUJÉ EN UN SUEÑO

Me dormí profundamente y
en aquel sueño parecí estar
desmayado.
La luz de aquel planeta...
no he visto nada igual, para mi
llanto, jamás la pude tocar.

Entonces dibujé una estela de
oscuridad que pareció prolongarse
por toda la eternidad.
Mi pulso se altera cuando veo pasar
semejante bosquejo que... yo me atreví
a dibujar.

Los ojos de un amor que no fue,
que no es y que no será, sin duda
penan en este triste andar.
Aquella imagen, ese recuerdo que
estoy intentando borrar.
¿Qué está pasando?
Tengo miedo de volver a ver mal y
nuevamente tragarme este estúpido
malestar. Solo.

No quiero imaginar.
Odio tener que inventarte.
No quiero idealizarte.
¡Malditos olores!
¡Malditos colores!

Me despido de tus movimientos y
de todos mis convencimientos.
Le digo adiós a tus ojos y a esa terrible
sensación de sentimientos rojos.
Antes que tu, está la soledad.

jueves, 18 de marzo de 2010

FRÍO ADENTRO (FUERA DE MÍ)

Estuve una vez ahí y
jugué a no salir de aquí.
Estoy fuera de mi.
Fuera de ti.

El tiempo pasa por este lugar
y, de vez en cuando, me invita a
conversar.
Estoy dentro de ti.
Un suave susurro del viento
me cuenta un profundo secreto.
Mi cuerpo está en silencio,
Fuera de mi está esto;
no me deja soñar, me cierra mi
pensar y mis ojos parecen escapar.

Hay algo que no puedo evitar.
Estoy obligado a despertar.
Las orquídeas de antaño, tenazmente,
acarician mi mano. ¡Cómo te he extrañado
viejo amigo!
Sentir.
Sencillamente no te puedo describir, eres...
eres dentro de mi.

Es desesperante, lluvia, tormenta,
no puedo dejar de pensarte, de
extrañarte, por algún motivo no
puedo encontrarte. Eres lo que
no soy.

Veo puertas sin chapa.
Personas sin alma.
¿Qué debo aprender?
Las interrogantes copan
mi pobre cabeza.
Necesito volver a entrar.

Este espacio en el que estoy
inmerso, es realmente extenso.
Dime dónde debo partir para poder
recuperar mi tan extrañado latir.

Veo luces ir y venir.
Volar, rotar, explotar.
Entonces la luz azul que se expandió
ante todas las luces, se posó frente
a mi ser.
Gritos y voces copan el espacio.
Mi mente da vueltas.
Despacio.

Por fin mis ojos abrí, estoy adentro.
La gratitud inunda mi cuerpo.
Miro hacia atrás y contemplo
agradecido ese largo tiempo en que
estuve fuera de mi.

sábado, 13 de marzo de 2010

REFLEJOS

Pequeñas gotas golpean mi ventana.
Pequeñas gotas intentan atravesar mis ojos.
El tiempo de cambiar está llegando,
mil almas vagando.

He aquí, desnudo en las sombras.
Nadie quiere tomar ese camino que te deja
bajo un infernal frío.
Entonces te paras frente a todos nosotros y
nos dices que todo acabó.
Este es el final.

Aquel hielo que nos alimenta a todos, parece un
sueño y nada de lo que puedo ver es real.
Nunca nadie apostó por un camino tan desalmado, tan lleno
de nada.
Tantos pensamientos hacen que el cuerpo se someta
a un sutil y aterciopelado letargo en el que puedes llorar
sin tener ánimos de derramar una sola lágrima.
Nadie me habló de este extraño lugar.

Ví a la luz del sol asomarse por mis pupilas.
Una húmeda y soleada mañana comienza.
Sufrirás dentro de mí y tus pecados con gusto tomaré.
Soy aquella imagen a quien no perdonaron.
Todo lo que fui.
Todo lo que sentí.
Nunca seré.
Nunca me libraré, pues soy
sólo un frío reflejo de lo que es y de lo
que tú me has hecho absorber.
Así es como de verdad te ves.
No vivo.
No muerto.

La oscuridad inundó la habitación del sanatorio
y el espejo durmió todo un mes.
Soy yo, otra vez.