lunes, 28 de diciembre de 2009

VLAD

La noche es fría, la habitación
está oscura y yo, recostado en un
rincón.
Agonizando, a tí te estoy hipnotizando.
Crucé los bordes de la ciencia y con paciencia
espero entre sombras y luces.
Tengo sed.

Desde la esquina veo un espejo,
pero no hay reflejo.
Despertaste, algo no va bien.
Entonces en las sombras te escudaste y
con el tiempo entiendes que fallaste.

Tu presión aumenta y yo...la siento.
Siento tus venas latir.
Tu corazón palpitar.
Tu sangre correr.
Necesito beber, solo un poco de dolor,
nada más que un grito de pavor, aguanta
por favor para así poder saciarme de tanto
fervor.
Mi respiración se altera cada vez que ella suspira y
volar, no ayuda a olvidar.
Sed.

Los vientos soplaron por la ventana y
la luz se hizo, no hay donde esconderse, el mundo
quedó atrás. Somos tú y yo.

Ojos turnios, piel pálida como la nieve,
inspiro una mentirosa frialdad.
Hipnosis mutua, el mundo se me hace cada
vez más pequeño y esta sed que siento me
está consumiendo.
Ven...

He aquí de nuevo, envuelto en sombras
repentinamente.
Los vientos soplaron por la ventana y
la luz se hizo.

Mi mundo giró y yo...me vi completamente
absorbido. Ahora sus colmillos son parte de
mi. Voy desapareciendo, el horizonte se vuelve
profundamente rojo y los ecos de su voz
retumban en mis oídos,
solo una mordida.

Mis sombras fueron sus luces.
La noche su guarida, el
miedo su aliado y mi sed su mayor
fortaleza.
Sus colmillos fueron mi estaca,
sus venas mi debilidad,
su corazón mi tumba y su
alma fue el pálido reflejo de un ser
errante entre la vida y la muerte.

Alguien solía llamarme Vlad.

lunes, 7 de diciembre de 2009

(PARA ALGUNOS) COMPLETAMENTE DROGADO.

Estoy totalmente liviano,
mis ojos apenas se mantienen abiertos
y siento una extraña sensación de
dulzura en mi cabeza.

Conté un par de ovejas y osos gordos,
nada muy nuevo.
¡Vaya! Jamás imaginé que este letargo,
con pianos y todo, fuese tan...
¿Cómo se dice?
Ah si, Adictivo.

Aquí tus secretos están a salvo,
pero esto podría estar mal, pues debería
estar bien.
Algún estúpido dijo que el amor es nuestra única
resistencia.

Anda, abrázame y veremos.
Conté un par de ovejas y osos gordos,
nada nuevo.

Platillos voladores, nada me impide saborear.
Ojos turnios, piel morena.
¿Qué es esto?

Pues bien, no es nada fuera de lo normal, eso pasa
cuando a mi mente viene esa rara música espacial.
Aahhh...

Adelante, ven a descubrir mis demonios.
Jaja ¿Enfermedad desconocida?
¡Por favor!
Te invito a provocar a la violencia de tu pasado,
nada que no puedas hacer.

¡Rápido que se te acaba el tiempo, dime lo que
sientes!
Conté un par de ovejas y osos grandes, nada muy
antiguo.

¡Bah! Vaya sorpresa, ya se donde estoy...
esto es... mejor dicho estos son...
¡Los Estados Unidos de Mi Cabeza!