LA COCINERA
Entonces mastiqué lo que pretendió
ser un dulce.
Más masticaba, más lágrimas brotaban.
Fue penoso el momento en que comencé
a saborear los ingredientes.
La masa, quizo ser descuartizada por la rabia que
había en sus esqueléticas manos.
Al vaciar el combinado en los respectivos moldes, pareció
expulsar de su alma toda esa rabia, esa jugarreta que le
había hecho el destino; fue, simplemente, un intento de
dominar algo tan profundo e inexplicable, que cayó a sus
pies sin más remedio que cocinar.
Al mezclar el combinado con el chocolate mis ojos perciben
ese sacudir como si los fuese a aturdir.
Para terminar introduce la mezcla final en el horno y al prenderlo
se puede pispar un pedazo de infierno, de rechinar de dientes.
Y como esta escritura no tiene un final, aquí lo dejo...Abierto.
En la oficina del abuelo decía: Dios concédeme: SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar. VALOR para cambiar aquellas cosas que puedo. SABIDURÍA para reconocer la diferencia. Y PACIENCIA para llegar a la meta.
martes, 24 de marzo de 2009
SIN TÍTULO
Me hago cobarde y el viento
mueve suavemente cada lágrima
derramada. Todo este ruido y este
dolor ansian con tal desespero ese
paso que me lleve al fin.
El silencio suena muy fuerte
y las voces que dicen que lo calle,
también.
Sigo mi camino, mi errar por este
sentimiento me deja boquiabierto.
La indiferencia, la suavidad y mis
propios sueños han tocado fondo
en mi motor.
Debería ser otra persona y esta confusión
en mi cabeza me dice que no debería soñar
con ser la persona con la que creíste que te
encontrarías.
Desilución, frustración.
Me hago cobarde y el viento
mueve suavemente cada lágrima
derramada. Todo este ruido y este
dolor ansian con tal desespero ese
paso que me lleve al fin.
El silencio suena muy fuerte
y las voces que dicen que lo calle,
también.
Sigo mi camino, mi errar por este
sentimiento me deja boquiabierto.
La indiferencia, la suavidad y mis
propios sueños han tocado fondo
en mi motor.
Debería ser otra persona y esta confusión
en mi cabeza me dice que no debería soñar
con ser la persona con la que creíste que te
encontrarías.
Desilución, frustración.
¿UTOPÍA?
No amo tus perfectos.
Amo con defectos.
No quiero tu agravios.
Quiero tus labios.
No quiero un canto, tan solo
escuchar tu llanto.
No busco antojos.
Quiero tus ojos.
Cuando siento la brisa,
imagino tu bella sonrisa.
Dime adiós, para así, poder
sentir la desfragmentación
de mi corazón.
Delirio tu poder,
sueño tu ser.
No siento tu amor, nada en este
mundo arde tanto como el frío.
Veo un futuro lleno de miedos.
Perdóname.
No amo tus perfectos.
Amo con defectos.
No quiero tu agravios.
Quiero tus labios.
No quiero un canto, tan solo
escuchar tu llanto.
No busco antojos.
Quiero tus ojos.
Cuando siento la brisa,
imagino tu bella sonrisa.
Dime adiós, para así, poder
sentir la desfragmentación
de mi corazón.
Delirio tu poder,
sueño tu ser.
No siento tu amor, nada en este
mundo arde tanto como el frío.
Veo un futuro lleno de miedos.
Perdóname.
viernes, 20 de marzo de 2009
SOY YO:
Tengo dos ojos llorosos,
una nariz congelada y la
boca completamente cerrada.
Un par de orejas que se resignan
a escuchar un suspiro.
He notado que tengo variados órganos,
miles de tejidos y millones de células
funcionando por mi y para mi.
Me vi reflejado en el espejo y llegué
a la conclusión de que no era yo quien estaba
en frente, tan solo vi un par de piezas funcionando
en sincronía porque yo se los ordeno, ahí está la duda.
¿Quién soy yo?
Veo, pero no son mi ojos, me muevo, salto y grito, pero
nada de lo que hago es ordenado por mi cerebro, hay algo
más, alguien más.
Humedezco la alfombra con fuertes llantos y lágrimas,
pero no son mis ojos los que lloran,
ni mi voz representa mi dolor.
Estoy inquieto pero estoy inmóvil, sí, soy yo, eso que hay
dentro de esos ojos, soy yo quien trata de hablarte y decirte
que de mi ya te olvidaste.
Tengo dos ojos llorosos,
una nariz congelada y la
boca completamente cerrada.
Un par de orejas que se resignan
a escuchar un suspiro.
He notado que tengo variados órganos,
miles de tejidos y millones de células
funcionando por mi y para mi.
Me vi reflejado en el espejo y llegué
a la conclusión de que no era yo quien estaba
en frente, tan solo vi un par de piezas funcionando
en sincronía porque yo se los ordeno, ahí está la duda.
¿Quién soy yo?
Veo, pero no son mi ojos, me muevo, salto y grito, pero
nada de lo que hago es ordenado por mi cerebro, hay algo
más, alguien más.
Humedezco la alfombra con fuertes llantos y lágrimas,
pero no son mis ojos los que lloran,
ni mi voz representa mi dolor.
Estoy inquieto pero estoy inmóvil, sí, soy yo, eso que hay
dentro de esos ojos, soy yo quien trata de hablarte y decirte
que de mi ya te olvidaste.
RETRO VISOR:
Y ahí estaba, sentada en el mismo
lugar en que le hablé cinco años atrás.
Yo miraba el retrovisor del auto ansiando
encontrarme con ese pasado que por mucho
dolor que causó, en mi vida ayudó.
Los años pasaron y sigo pasando
por mi cabeza esa vaga imagen de aquel beso
que pudo ser.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al llegar a creer
que mía ibas ser. ¡Que distinta te pudiste ver!
La vida siguió y ahora apenas puedo ver a esa
señorita que creí conocer, increíble como el tiempo
se encargó de enterrar a esos bellos trece años en
que de ti...yo me enamoré.
Pese a que te inventé a mi manera, te vi morir y lo más
doloroso fue presenciarlo de verano en verano. No hay peor
muerte que la que es de paso en paso.
Escuché al motor arrancar entonces forcé una sonrisa;
me pareció volver atrás, por un breve lapso de tiempo volví
a sentir ese cosquilleo, igual que antes.
El auto partió y todo se olvidó porque el retrovisor cambió.
A veces recuerdo como fuiste...
Y ahí estaba, sentada en el mismo
lugar en que le hablé cinco años atrás.
Yo miraba el retrovisor del auto ansiando
encontrarme con ese pasado que por mucho
dolor que causó, en mi vida ayudó.
Los años pasaron y sigo pasando
por mi cabeza esa vaga imagen de aquel beso
que pudo ser.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al llegar a creer
que mía ibas ser. ¡Que distinta te pudiste ver!
La vida siguió y ahora apenas puedo ver a esa
señorita que creí conocer, increíble como el tiempo
se encargó de enterrar a esos bellos trece años en
que de ti...yo me enamoré.
Pese a que te inventé a mi manera, te vi morir y lo más
doloroso fue presenciarlo de verano en verano. No hay peor
muerte que la que es de paso en paso.
Escuché al motor arrancar entonces forcé una sonrisa;
me pareció volver atrás, por un breve lapso de tiempo volví
a sentir ese cosquilleo, igual que antes.
El auto partió y todo se olvidó porque el retrovisor cambió.
A veces recuerdo como fuiste...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)