Mis ojos he abierto;
cuando despierto lo
único que veo son
cables al viento.
Lentamente estoy sintiendo
formas que se van retorciendo
con un silbido que la brisa aún
no ha aprendido.
Serpientes de plástico recorren
el cielo, buscando un consuelo que haga
parar todo este periplo por las nubes de
sus muertes terriblemente ausentes.
Ese fiero movimiento se alimenta
de un fuego que de ruegos hace sus juegos.
Mi cuerpo he prendido, para no ser absorbido
la ventana he cerrado y aquellas serpientes
que tanto habían errado...descansaron al son
de las visagras de un alma que jamás sintió el
espacio que ha dejado Anastasio.
Agradezco a la prima por su ayuda en la composición de ésta cosa casi descompuesta.
Muchas gracias.